LACROIX

Antes de convertirse en presidente del Club de París y del Instituto Europeo de Estrategias Creativas e Innovación, Marc Giget tuvo una trayectoria dinámica y siempre al servicio de la sociedad. Desde la prestigiosa EHESS, donde se doctoró en economía internacional, hasta la Academia de Tecnologías, pasando por un cargo docente en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios, siempre ha habido un hilo conductor que le caracteriza: la innovación.

Avanzamos gracias a la innovación siempre que se oriente al servicio de la sociedad.

Marc Giget enriquece la innovación, un concepto neutro, cuando la define como la integración multidimensional del «mejor estado de los conocimientos en un ámbito, que tiene una contribución positiva para la sociedad » o, de forma más trivial, «cuando se transforman los megahercios en felicidad». Este proceso, que se dedica a mejorar la situación material y moral del hombre, se produce sin embargo en un presente con una realidad más compleja.

Ninguna sociedad había tenido hasta ahora tanta tecnología ni había desconfiado tanto de ella.

Consciente del preocupante estado de las cosas, donde los ciudadanos desconfían cada vez más de lo que aportan las nuevas tecnologías, Marc Giget defiende la necesidad de rehabilitar el concepto de progreso y, por extensión, de revalorizar la innovación al servicio de la vida. Por tanto, el reto consiste en situar al ser humano en el centro del progreso tecnológico y de la competencia, para que la innovación redunde en beneficio de todos y, sobre todo, sea cosa de todos. Esta visión es inherente a la acción del Club de París y de la Universidad París 1 Panteón-Sorbona, una de cuyas metas comunes consiste en recompensar a los equipos innovadores de todo el mundo con el premio Innovation Team Best Practices.

En materia de innovación, LACROIX es un modelo para otras medianas empresas.

«LACROIX ha demostrado estar totalmente a la altura del Innovation Team Best Practices, del que destaco tres puntos fundamentales: tomar conciencia de que el mundo está en plena mutación y de la aparición de nuevos retos, confiar en sí mismos gracias a una serie de competencias que se apoyan en una sólida red y tomar la iniciativa, que es un trampolín para la innovación y el desarrollo humano de las sociedades», explica Marc Giget. Y en efecto, para él, LACROIX representa «exactamente lo que se quiere poner en valor destacando a los equipos autónomos, una parte viva de la empresa que encarna su identidad y puede apoyarse en una potente I+D con todo un sistema y otros socios». El área de innovación de LACROIX demuestra así su contribución a la construcción de un mundo conectado y responsable, orientado al servicio de la sociedad.