LACROIX

La implementación de los vehículos autónomos no puede realizarse sin una infraestructura de transporte conectada y evolutiva

Este lunes 14 de mayo, el gobierno anunció su estrategia de acción pública para el desarrollo del vehículo autónomo. Su ambición: a partir de 2022, poner en circulación vehículos autónomos en los que el conductor delegue totalmente su conducción, en zonas definidas y en condiciones particulares.

Los vehículos autónomos representan oportunidades increíbles para Francia y el mundo:

  • La mejora de nuestra calidad de vida: recuperaremos muchos días de nuestra vida perdidos en los atascos o buscando una plaza de aparcamiento.
  • Asegurar nuestras carreteras: reducirán el riesgo de error humano, que origina el 90 % de los accidentes.
  • La preservación de nuestro entorno: al ser 100 % eléctricos, permitirán implantar nuevos modos de transporte común y reducir el uso del coche individual.
  • La movilidad de las personas con dificultades: facilitarán los desplazamientos de las personas de movilidad reducida o que vivan en zonas rurales aisladas, etc…

Francia tiene una buena posición muy buena para aceptar este desafío, ya que dispone de múltiples ventajas:

  • Enormes competencias industriales, que LACROIX contribuye a desarrollar y mejorar.
  • Líderes mundiales del transporte público (Transdev, Keolis, RATP), que colaboran con los empresarios.
  • Múltiples proyectos experimentales:
LACROIXGroup_projet_scoop

A nivel nacional: el proyecto SCOOP experimenta con las infraestructuras conectadas. LACROIX tiene ahí un papel importante gracias a sus soluciones V2X, instaladas en miles de kilómetros de carreteras francesas; el objetivo de este proyecto es reducir la inseguridad de las carreteras gracias a una comunicación de «vehículo a vehículo».


A nivel regional: en Nantes se inauguró el 17 de mayo de 2018 un experimento de lanzadera autónoma. Los habitantes de Nantes probarán esta lanzadera sin chófer y 100 % eléctrica del 1 al 30 de junio de 2018. Aquí también se experimenta con las soluciones V2X propuestas por LACROIX. Permiten a la lanzadera comunicarse en tiempo real con su entorno, con el fin de asegurar el medio de transporte, adaptar su velocidad y garantizar la seguridad de los usuarios que pasen cerca.

Estos proyectos tienen por vocación entrar en nuestro día a día y nuestros modos de vida, pero Francia debe superar primero algunas barreras:

  • Riesgo de no aceptación por el usuario final: solo el 30 % de los franceses estaría dispuesto a utilizar una coche individual autónomo, mientras vigila la carretera. Sin embargo, el 48 % está dispuesto a subir en transportes públicos autónomos (sondeo de IFOP). La democratización de su uso debe ser, por tanto, la prioridad.
  • Riesgo de seguridad: la protección de los datos personales y la ciberseguridad deben ser un tema primordial en el desarrollo de tales tecnologías.
  • Riesgo vinculado a la calidad de las infraestructuras que se degradan: El 54 % de la red francesa no tiene señalización y el 40 % de la señalización vertical ya no sigue las normas. El Estado debe invertir y colaborar con las empresas francesas si espera activar el uso de los vehículos autónomos en todo el país.

En estas condiciones, y gracias a la firme voluntad del Estado de convertirse en líder del vehículo autónomo, los proyectos experimentales deben multiplicarse gracias a una colaboración permanente con las empresas francesas, de las que LACROIX forma parte.